La zorra y el espino

Buenos días a todos y sed bienvenidos a Gàbia de Grills. Un lugar donde damos un relato más bien diferente de todo lo que pasa. Yo soy Jose y hoy  os traigo otra fabula. En esta ocasión trata sobre la zorra y el espino.

Estaba cierto día una zorra que se hallaba en lo alto de un montículo de hierba saltando y saltando, había detectado que había una pequeña presa que llevarse a la boca y no estaba la situación como para despreciar un regalo así y claro, nuestra amiga saltaba y saltaba con la intención de cazar a su presa sin conseguirlo.

En uno de los saltos, nuestra amiga perdió un poco el equilibrio y vio que iba a caerse, pero en un aquel, agarró la rama de un espino que había al lado del montículo, sobre todo por no caerse.

Nuestra amiga, que había hecho esto involuntariamente, claro, es un acto reflejo, ves que te vas a caer e intentas agarrarte a lo primera que pillas con la intención de mantener el equilibrio, se dio cuenta que se había clavado las espinas en sus patas haciéndose daño.

Nuestra amiga, ante el dolor le espetó al espino: “Acudí a ti por tu ayuda y me has hecho daño.”

Y el espino que estaba contemplando la escena como si con él no fuese le cosa le rebatió diciéndole. Realmente la culpa la tienes tú, ya sabes que soy perfecto para clavar y pinchar a todo lo que se me acerca y tú no vas a ser ninguna excepción.

En consecuencia, y aquí viene la moraleja de esta fábula, nunca pidas ayuda a quien sabes que te hará, o por lo menos intentará, hacerte daño. Hay favores que en ocasiones, es mejor que no te hagan.

Sin más me despido de todos vosotros hasta la próxima entrada y si os gusta lo que leéis, por favor, suscribíos, compartid y difundid por vuestras redes sociales. ¡¡Hasta luego!!

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