Y no estaba muerto ...

Buenos días a todos y sed bienvenidos a Gàbia de Grills. Un lugar donde damos un relato más bien diferente de todo lo que pasa. Yo soy Jose y hoy  toca tema de actualidad y no, no pienso hablar del bichito que nos acompaña desde enero, que, por cierto, ¿alguien puede enseñarle por donde está la salida a nuestro infame autoinvitado?

Bueno, pues hoy quiero hablaros de un tema un poco más relajado, más bien de un tema que está resultando un tema un poco jocoso o incluso gracioso y ahora veréis el porqué.

Allá por el 1966, un tal Peret, que seguro que os suena porque fue el máximo exponente de la rumba catalana, adaptaba una canción suramericana que decía que no estaba muerto, no, no, estaba tomando cañas y la verdad es que tanto el compositor, como Peret en este caso, allá por el año 66 fueron unos auténticos visionarios con respecto al hombre del que voy a hablar a continuación.

Andaban las aguas revueltas a nivel internacional, después de no ver en ningún acto público a este amado líder supremo @norcoreano, que como reza su perfil fake en Twitter es el líder supremo de la Corea buena, la del norte, la fetén. Y es que este hombre se apunta a un bombardeo. Y debo reconoceros que a mí me gusta bastante la coña y por supuesto, me gusta entrar a leer los tweets de tan ilustre tuitero.

Bueno, aparte las coñas, que también es bueno que nos echemos unas risas de vez en cuando y no era para menos ya que le han aparecido un montón de cuentas sobre su hermana que prácticamente festejaban su “muerte” a la hora de disponer del liderazgo supremo de la Corea fetén.

Pues eso, que vimos al bueno de Kim Jong-Un allá por el 11 de abril en la reunión del Politburó del Partido de los Trabajadores y desde entonces este hombre había desaparecido del plano político a todos los niveles, faltando a actos tan representativos como el cumpleaños de su fallecido abuelo y el aniversario de la fundación de las Fuerzas Armadas.

Claro, no apareciendo en actos tan nombrados y tan relevantes, quien más y quien menos empezó a echarse las manos a la cabeza ante la posibilidad de que Kim Jong-Un hubiese muerto, porque claro, no tiene descendencia, que yo sepa y la que se postulaba a ocupar su cargo es su hermana.

Hubo quien se lo creyó más y hubo quien se lo creyó menos, ya que al fin y al cabo estamos hablando de un hombre que tiene 36 años y bueno, que pudiese tener problemas de corazón como apuntaban algunos desertores norcoreanos en Corea del Sur (esta es la mala amigos, esta es la que no es fetén, modo ironía on) y luego los servicios secretos americanos también afirmaban esto, incluso creo que China llegó a mandar médicos para una posible ayuda humanitaria al líder supremo. Y aquí, mis queridos amigos, el único que se salvó de la quema fue Corea del Sur, que no vio ningún movimiento raro en la normalidad de su vecino norteño.

Mientras tanto, aquí en occidente, todos se tiraban de los pelos, que si había muerto, que si el fallecimiento de su padre se comunicó un mes después de haberse producido y claro, ante un silencio completamente sepulcral donde nadie sabía nada y no solamente esto, sino que ni siquiera respondían, pues claro, había nervios y no es más que nada, supongo por mi parte, que la capacidad aperturista que tiene el actual mandatario creo que chocan directamente con las pretensiones de su hermana, o al menos eso se supone al ver la cara que tiene.

Pues nada, llegó el día 1 de mayo y el señor volvió a presentarse ante el público como si no hubiese pasado nada, fue a inaugurar una fábrica de fertilizantes y, por supuesto, a dar su mitin político, nada inhabitual en este tipo de regímenes tan “democráticos”, por lo que se cuenta por ahí se dice que estuvo en la playa, si señores, en la playa, o al menos se deduce eso al comprobar la página especializada en Corea del Norte, 38 North, que el tren especial del afable líder supremo, los días 21 y 23 de abril, se encontraba en la localidad playera de Wonsan.

Y así es todo amigos, teníamos a nuestro amigo Kim en la playa, fumándose un habano y tomándose una cañita, que hay mucho estrés con que no entre el COVID 19 en territorio norcoreano, señores. Y no, no estaba muerto, estaba tomando cañas, como cantaba Peret, que grande!

Sin más me despido de todos vosotros hasta la próxima entrada y si os gusta lo que leéis, por favor, suscribíos, compartid y difundid por vuestras redes sociales. ¡¡Hasta luego!!

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